
Un poquito de aceite sobre las rebanadas de pan, ahora el jugo de tomate y en uno ponemos atún y en otro jamón, sabía que estos bocadillos le encantaban a su hijo Sergio, así que los envolvió en papel de aluminio y se marcho para el hospital. El estaba tumbado sobre la cama esperándola. Un accidente en el instituto le había machacado los dedos de las dos manos. los tenia vendados a la espera que bajase la infección para poder irse a casa, mientras tanto no podía valerse por si mismo dependía de los cuidados de los demás.
-¿Como te encuentras hoy hijo?
-¡Buehh!...Igual… aburrido, tengo muchas ganas de orinar mamá
-¿Por que no le has pedido a las enfermeras que te pusieran la cuña?
-Me da mucho corte mamá
-Vale ya te la pongo yo… Se fue a por ella al cuarto de baño mientras recordaba cuando era pequeñito… tantas veces le había puesto a orinar así con los pantalones bajados sujetándosela y después a sacudir la chorrinita, ¡vueltas que da la vida!
Levanto la sabana y se sorprendió al retirar el pijama y encontrarse un pene erecto, no solo había crecido exteriormente su niño, si no que con sus quince o dieciséis centímetros se adivinaba que iba a estar bien dotado cuando alcanzase la plenitud, achacó la contención urinaria el motivo de la erección
- No debes retener la orina hijo, acuérdate del abuelo que en la guerra cuando estuvo preso no les dejaban orinar so pena de fusilamiento, cuando le soltaron acabo pronto enfermo y murió por complicaciones de la próstata y la vejiga…sin yo conocerle. Cuando tengas ganas no esperes, dímelo y si no estoy avisa a las enfermeras, mientras decía esto introdujo el pene por el cuello de la cuña y cuando estuvo bien acoplado le cubrió con la sabana y fue a esperar sentada a su lado.
-Te he traído unos bocadillos de los que te gustan Cariño… ahora cuando termines ¿porqué no intentas comer algo?
-Ya he terminado mamá.
Se levanto, retiro nuevamente la sabana, cogió con una mano la cuña y agarro con la otra mano suavemente el pene que seguía erecto, con el dedo índice y el pulgar, comenzó a retirar hacia atrás y delante la piel que cubría el glande, acompañándolo de unas leves sacudidas hasta las ultimas gotas, después llevo la cuña al baño la limpio y después se lavo concienzudamente las manos.
-Te animas ya a comer Sergio, tendrás que hacer un esfuerzo para estar fuerte si quieres irte a casa.
-No tengo ganas mamá…¡me molesta ¡me duele!
-¿A que te refieres hijo?
-Al pene mamá. No me deja tranquilo, además me duelen los testículos.
Volvió a retirar la sabana, la erección continuaba, paso la mano suavemente y le acaricio los huevecillos los noto duros inflamados, se asusto un poco por lo que había comentado del abuelo.
-Voy a buscar al medico hijo no te preocupes no pasa nada. Cuando el doctor salió de la habitación después del reconocimiento, se acerco preocupada… ¿Qué le pasa a mi niño doctor? ¡su abuelo murió con problemas de la vejiga!
-Tranquila mujer, no es nada que no tenga solución… su hijo tiene una congestión testicular...Vamos lo que se conoce vulgarmente como un calentón… Que se arregla fácilmente de manera manual, el problema es que él no puede con la manos vendadas y esto escapa a las atribuciones de las enfermeras, si no tiene otra solución…mire esto se lo digo de manera extraoficial le recomiendo que contrate a una profesional para que le ayude a la expulsión del semen …Yo esto no se lo he dicho… y el hospital no sabe nada… ¡me entiende! Eso si cuanto antes mejor si no al final puede ser un problema más grave, mire en el periódico,hay ciertas paginas de contactos a ver si la pueden ayudar…Insisto yo no le he dicho nada,
-¿Qué hacer? ¡estaba tan confusa, la idea del doctor no le parecio la má adecuada para su niño cualquiera sabe lo que le pueden hacer o contagiar. Entonces recordó a una amiga que tenia un hijo con síndrome de Down, le había confesado que de vez en cuando masturbaba a su hijo.
- ¡¡Es un niño encerrado en el cuerpo de un hombre!!... es un hombre encerrado en el cerebro de un niño, le había dicho. Lo que hay físicamente de hombre martiriza el cerebro del niño, que no comprende ni controla aquel cuerpo ni las demandas que le hace. Sabes…el resultado es un niño sufriendo y su sufrimiento se hace extensible a mi, en realidad es una situación que me desborda, después de nacer se rompe el cordón umbilical que te une físicamente con tu hijo pero queda otro cordón invisible que nunca se corta y por el que los sufrimientos del hijo te traspasan siempre ¡es un nuevo reto que tienes que afrontar sin estar preparada!
Su amiga… la madre del otro niño había vivido esa situación que ahora se le presentaba a ella y como solución había optado por masturbarle. Satisfaciendo a su hijo, la verdad quien mejor que ellas para tratar el dolor de un hijo cuando sufren.
Decidida entro en la habitación dispuesta a resolver la situación de la manera que creía mejor en aquel momento.
-Tengo que darte un masaje Sergio… me ha dicho el doctor que con un masaje mejoraras… sin decir más introdució la mano bajo la sabana y cogió suavemente el pene que cada vez estaba más duro, comenzó a masturbarle despacio con mucho temor.
-Aaagg... me duele mamá
-¿Te duele? mira que te lo estoy haciendo despacio hijo. Vamos a ponerte boca abajo a ver si hay menos presión sobre los huevecillos, ¿te parece?
Le ayudo a voltearse y reanudo los movimientos con su pene, el tiempo se iba haciendo interminable y no se producía ningún resultado.
-¿Te sientes algo mejor cariño?
.No mamá me duele mucho,
Cada vez se preocupaba más la cosa no funcionaba… ¿Tendría que haber recurrido a una profesional?
-Voy a intentarlo de otra manera espera un momento hijo… Se desnudo completamente…Déjame ponerme debajo a ver si nos va mejor, Se deslizo en la cama debajo de el y con mucho cuidado agarro el pene y frotándoselo despacio en su vagina, poco a poco lo iba introduciendo, hasta que él de un empujoncito se lo metió entero. Noto aquel instrumento duro y muy ardiente… seguramente por efecto de la fiebre… completamente dentro, se quedo quieta para no producirle daño y el comenzó a metérsela y sacársela muy despacio.
Estaba tendido sobre ella con los brazos estirados y las manos vendadas sobre la cama, ella inmóvil expectante dejándole actuar mientras de vez en cuando, le besaba tiernamente en la mejilla que tenia apretada contra ella, con una mano le acariciaba la cabeza mientras sus dedos se enredaban en el pelo.
El ruido brusco de la puerta al abrirse, la voz del doctor… Yo bueno…venia balbuceaba el doctor... Su hijo apartándose violentamente de ella.
Se encontró la cara de sorpresa del medico, mientras se levantaba, la cara de el se torno de la sorpresa inicial a un expresión de atracción turbadora ¡la estaba mirando descaradamente el coño! se acerco a el mientras seguía su mirada para ver que le causaba tanta impresión, al mirarse descubrió el motivo que parecía hipnotizar al doctor, la vulva conservaba la impronta del polvo que estaban echando…tenia los labios abiertos mostrando el orificio dejado por el pene de su hijo…¡¡Joder tengo el coño abierto de par en par, menuda situación!! Noto que bajo los pantalones de él se iba marcando la erección de su polla esto la dio seguridad en si misma mientras acertó a decirle.
-Luego voy a hablar con usted doctor, dijo mientras rozaba a través del pantalón el bulto manifiesto… ¡Por favor!... El asintió con la cabeza dando media vuelta marchándose.
Volvió a la cama donde Sergio se haba escondido bajo la sabana. Venga cariño no te preocupes no pasa nada el doctor es un medico y ellos saben más que nosotros de estas cosas. Lo importante es solucionar tu problema.
Le trataba con un mimo exquisito intentando animarle incluso en un alarde de atención llego a rozar con su lengua el glande del Sergio pero se retiro rápido espantada. Lo hacia por su hijo pensaba que era la solución menos mala, y afortunadamente el no se dio cuenta. Un estremecimiento de terror la recorrió de arriba abajo, por que se había dejado llevar por sus propio instinto de mujer, había sobrepasado los instintos de madre y a punto había estado de entregarse a una felación por puro placer personal.
Reanudando nuevamente la acción el se fue relajando,entregándose al momento puntual, poco a poco cobraba mas rotundidad en sus movimientos… la iba follando con más firmeza y parecía que atrás quedaba el dolor
-¿Qué tal? ¿Te sientes mejor?
-No se respondió, mientras aceleraba el ritmo que iba “in crescendo” hasta que ella empezó a notar una humedad ardiente que la inundaba la vagina y un sentimiento de placer se hacia inminente, aunque trato por todos los medios de abstraerse y no involucrarse en la lujuria… esto era un acto terapéutico…centrada en esa idea le agarro con la otra mano el culete apretandolo contra ella y con movimientos de su pelvis le estrujaba el pene con la vagina, a fin de extraerle hasta la ultima gota de semen, mientras su otra mano seguía acariciándole la cabeza transmitiéndole su ternura. El se desplomo sobre ella y así quedaron los dos juntos sin moverse hasta que ella noto como el pene dejaba de presionar y flácido iba retrocediendo hasta salirse por completo, quedaron así un buen rato, hasta que se levanto se fue al baño y con una esponja se fue lavando los restos de semen semi seco.
Cuando volvió al lado de Sergio el dormía plácidamente, se abrocho una bata sobre el cuerpo desnudo y salió en busca del doctor con el instante del roce que tuvo con su polla sin poder quitárselo de la mente. La obligada visita al psicólogo quedaría para otra ocasión