miércoles, 8 de junio de 2011

LA MISTERIOSA MUJER DEL SUPER

Estaba sentado en la terraza del bar junto a la entrada de un supermercado, allí contemplaba a los transeúntes fijándome en sus cosas o aspectos resaltantes, es una forma de pasar el tiempo, que creo no ser el único, por eso también miraba a los otros que al igual que yo se dedicaban a la contemplación de los demás…observar a los observadores reflexione, ¡vaya deporte!
De pronto apareció andando por la acera; era una mujer que había visto en más ocasiones, si… la verdad que me llamaba mucho la atención, caminaba muy erguida, tan estirada que las tetas apuntaban al frente como las astas de los toros bien encastados. Caminaba sin mirar nunca a los lados, segura de sí misma, segura de la expectación que iba levantando a su paso, Su forma de caminar era muy singular, no era de esas mujeres que marcan con rotunda firmeza el paso, nunca la había visto con tacones, esos tacones que a muchas mujeres las hace contonearse, y algunas veces oscilar como si caminaran trémulas por un andamio. Ella andaba como si sus pies acariciaran el suelo, un andar que sin arrastrar los pies era un suave deslizar que daba a sus caderas un balanceo cadencioso, definitivamente puedo decir que nunca había visto a una mujer con unos andares tan dulces. Desapareció dentro del súper, mientras yo apuraba mi cerveza abstraído en aquella visión, no dude un instante y dejando mi consumición a medias me lance yo también al súper
La busqué hasta encontrarla, estaba rastreando productos entre las baldas cuando nuestra miradas se cruzaron, tendría unos cuarenta años la sonreí y ella aguanto la mirada lo que me animó a susurrarla… que guapa estás, ella sonrío y me dijo que yo también… tienes buen color, dijo.

.- ¿Deberíamos conocernos? Te invito a café propuse, acepto y empezamos a dar vueltas por los pasillos entre los anaqueles, en una conversación de trámite, ¿que si vives cerca? ¿Que si vienes mucho a comprar aquí? Algo me impulso a besarla en los labios ella lejos de rehusar entreabrió la boca, mientras sus ojos me miraban desafiantes, una oleada de testosterona y adrenalina me golpeo con fuerza en mis adentros agitando todo mi ser,
.- ¿Hace mucho que no estás con un hombre? acerté a decirla sin saber el por qué de aquella pregunta, ni de aquel comportamiento vertiginoso
.-Pues va a ser que si, contesto.
.-Jajaja, pues venga vamos a solucionarlo dije entre risas.
.-Tengo que hacer la compra comento también riendo, intente recomponerme. Yo también voy a terminar de comprar, propuse en un intento de justificar mi presencia y de tomar aire… mejor te espero en el parking.
Desapareció entre los pasillos arrastrando su carro mientras yo la miraba, me felicitaba por la visión de aquella mujer, la aventura que preveía con ella me estimulaba haciéndome palpitar de excitación. Después de terminar mi compra me di cuenta que faltaba algo entre de nuevo en el súper a comprar una caja de condones -ya me había pasado que por una falta de preservativos me quede a dos velas y ahora no estaba dispuesto a que me pasase algo similar- y un paquete de toallitas húmedas. La cajera, una chica de unos veinte años al pasarlos por el escáner me miro sin disimulo, sorprendida por mi compra, debo ser el único hombre mayor que ha visto adquiriendo tales artículos, me hacía sentir que había invadido un terreno reservado a la gente joven, sonreí para mi feliz como un exhibicionista sorprendido echando un polvo.
La espera se me hizo interminable estaba tan ansioso como un lobo en celo, podía sentir mi respiración, por un lado no daba crédito a lo que me estaba pasando y por otro me decía a mi mismo que fuese cauteloso demasiado bonito para ser verdad tenía que haber algún truco, debería estar alerta para no caer en una celada al mismo tiempo pensaba donde ir si la cosa continuaba.
Apareció en el parking con ese aire desenfadado, esa seguridad y decisión que desprendía me hacia recelar, pero era incapaz de detenerme,
.-Vamos dije franqueando el maletero y acomodando su carro de la compra.
.- dentro del coche volví abalanzarme sobre ella, su boca con ansia busco la mía y mientras nos apretujábamos con fuerza nuestras lenguas se enlazaban y lamian la una a la otra, con ansiedad incontenible, ufffff respire profundamente mientras ponía el auto en marcha.
¡Esto no funciona! Grite contrariado tras inútiles intentos pasando el tique por el escáner sin que la barrera me franquease el paso, resoplando di marcha atrás.
.- Espera un momento voy a la cajera a ver qué pasa, ¿oye esto no funciona? La chica se volvió sorprendida al verme allí, después cambiando el gesto por una mirada interrogante me contesto, es que los tiques tienen una duración de 15 minutos, tenga le doy otro, gracias me aleje percibiendo su mirada interrogante sobre mis espaldas.
- Donde vamos preguntó ella.
.-No se respondí mientras ponía el coche en marcha y la verdad que no sabía dónde ir… a tomar café hemos quedado
.-Avanzamos por las calles en silencio... me sorprendía mi silencio siempre he pensado que en las distancias cortas me manejaba bien, pensé que ese silencio no era bueno que en un momento me despertaría en la realidad fuera de este sueño, pero no me atrevía hacer preguntas por miedo a crear alguna situación que lo estropease todo, pensaba ya en como seria esta mujer en el cuerpo a cuerpo, en satisfacerla y mis pulsaciones iban en aumento tuve una idea enfilé una avenida que acababa en un barrio de nueva construcción, para terminar en un descampado, ella mientras miraba y observaba a ambos lados sin decir nada,
.-Donde vamos volvió a preguntar cuando circulábamos por un camino de tierra en pleno campo.
.- A un sitio donde podamos hablar y estar tranquilos, conteste.
.- Pero esto está lleno de hombres, comentaba mientras yo aparcaba el coche fuera del camino
.- efectivamente varios hombres deambulaban de un lado para otro…No te preocupes esto es un lugar de cruissing, estos tíos son homosexuales, no te preocupes por ellos… aquí el unico que corre peligro soy yo dije riendo.
.-pasamos a los asientos traseros ella miraba a un lado y a otro observando el exterior nerviosa, yo hacía lo mismo, se hundía en el asiento posterior, en un intento de esconderse...- ¡Mira ves como no nos hacen caso! Los tipos se iban alejando, estiró el cuello asomando la cabeza y señalando a lo lejos hacia donde se dirigían, exclamo ¡allí hay uno que está desnudo! efectivamente amparado en unos taludes de tierra uno se contoneaba desnudo con una bolsa en la mano donde supongo llevaría su ropa y sus cosas acaparando la atención de los demás. Esto la tranquilizo por que daba veracidad a mis palabras sobre que se trataba de homosexuales, mientras que a mí me impulso a besarla mientras acariciaba con fricción sus tetas y mi mano resbalaba por su cuerpo hacia lo más recóndito, entre los jadeos de ambos, nuestras lenguas se entrelazaban y busque sus pechos hasta liberarlos para lamer y mordisquear los pezones y acariciarlos con mi lengua. Mientras mi mano volvía a buscar y a centrarse bajo su pelvis, ella busco mi polla hasta que la libero y cuando la tuvo en la mano empezó a agitarla con ímpetu mientras yo intentaba hacer lo mismo con su vagina
.volvió a erguir la cabeza oteando alrededor, los gay se mantenían a distancia muy prudencial sin hacernos caso, entonces se volvió a hundir en el asiento y con rápida avidez se despojo de los pantalones y las bragas dejando expuesto lo que en aquel momento yo tanto deseaba una buena mata de rizos de pelo negro que se llevo toda mi atención, al verme mirarla con tanta atención, pregunto ¿te gusta peludito o lo prefieres, depilado? Jajaja.
.- Me gustas así jajaja y decía la verdad la cuestión del vello no es para mí una cuestión importante… cada vagina tiene su belleza intrínseca y todas las mujeres son bellas en su singularidad, eso si lo que no me gusta son las que se lo afeitan y luego vienen con barba de dos días pinchándote las pelotas.
.-Venga quítate los pantalones, decía mientras con una mano seguía agitándome la polla y con la otra intentaba bajarme los pantalones, tampoco tarde mucho en quitármelos no quería que aquel momento mágico se deshiciera, estaba clara la impaciencia frenética que nos dominaba. Íbamos los dos a lo mismo sin dilaciones y necesitábamos poca conversación, nuestro objetivo estaba claro, así que después de unas caricias compulsivas… que nos enervaban más en nuestro deseo, desnudos de cintura para abajo las camisas desabrochadas nuestros cuerpos resbalaban y se encontraban el uno contra el otro, me encontré bombeando,entrando y saliendo en ella, que prefería seguir debajo escondida a la vista de algún posible mirón, al poco empiezo a notar que la mala postura no me deja desenvolverme bien, tengo una rodilla sobre el asiento y la otra pierna estirada se me ha enganchado en el cinturón de seguridad, intento zafarme de el sin perder el ritmo y no solo no lo consigo si no que creo que se me ha montado un tendón y me produce un dolor espantoso en la ingle. ¡Caguen mi suerte!..me estoy cabreando he conseguido colocar mejor la pierna y el dolor parece que remite un poco, pero con el cinturón lo llevo cada vez peor no me deja apoyar bien la pierna … joder no estoy disfrutando con la follada, intento abstraerme y centrarme en el polvo, me ayuda que ella esta dando muestras de orgasmo, consigo olvidarme del cinturón y de la pierna, apretó mi pecho contra sus tetas y por fin puedo acompañarla en los estertores del placer, ufff…joer, ha sido duro pero aquí estamos, resoplando y gimiendo, los cuerpos ya no se enfrenta si no que se mueven al unisonó , fuertemente abrazados como si no quisieran separarse y que este instante fuese eterno… no se como no le gustan las mujeres a estos tipos para mi no hay un ser mas maravilloso que una mujer, ni un acople mas perfecto entre dos organismos que están diseñados el uno para el otro así que no concibo este placer que estoy viviendo sin una compañera. Pero ellos siguen a lo suyo ignorándonos en su discrepar.
.- quien me iba a decir a mi hace unas horas que iba a estar aquí follando como una adolescente en este sitio, en medio del campo en pleno día rodeada de homosexuales jajaja
.-Si quieres busco otro sitio conozco un hotel discreto donde no hacen preguntas y estaremos más cómodos, por cierto te puedo preguntar cómo te llamas.
.-schssssss mejor no hagas preguntas, dijo llevándose un dedo a los labios, mejor no pienses nada, solamente vive lo que te regalan.
.-Pero nos volveremos a ver más, por favor déjame un teléfono y dime como usarlo sere super discreto.
.-Vuelve el mismo día de la semana y a la misma hora en el sitio donde te diga que me dejes, así que ahora vámonos.
Hemos vuelto otras veces a este lugar, ella ya no ha venido más en pantalones a optado por los vestidos y venir sin bragas a mí eso me pone de un bravío exultante, aprovecho cualquier momento para deslizar la mano debajo de la tela y acariciar su vulva mientras conduzco, sus piernas se cierran intentando atrapar mi mano que sigue acariciándola. Yo tampoco traigo calzoncillos, ¡cualquier día vamos a venir a pelo! Dice bromeando, este “picadero” nos gusta por la ausencia de curiosos merodeando y al mismo tiempo no estar solos como en otros nos da seguridad, unido al morbo del sitio, es un plus añadido en esta traviesa aventura, cuando nos cruzamos con ellos en su mirada encontramos indiferencia, algún rostro de enfado, y molestia por nuestra presencia, ¿que queréis? Me hubiera gustado gritarles, ¡somos los no normal en esta anormalidad vuestra! ¿Os molesta esta transgresión de la transgresión? Pero también hay miradas de aceptación, que llegaban al punto de mostrarse exhibicionistas y hemos podido verlos haciéndose felaciones e incluso teniendo relaciones, siempre había pensado que su postura natural era por detrás y me sorprendió verlos follando cara a cara como un hombre y una mujer, mientras se morreaban. Alguno al pasar se echaba mano a la bragueta…una señal entre ellos de solicitar relaciones y he tenido la duda si me lo proponían a mi solo o querían hacer un trió con los dos, nunca lo supe porque nunca le pregunte a ella- que por cierto al día de hoy sigo sin saber su nombre- si le hubiese gustado, pero tengo claro que a mí tampoco.
Cuando paso por la autovía que bordea aquella zona miro a los campos lejanos, algunas veces veo fugazmente siluetas deambulando sobre el horizonte buscando un encuentro en el que sobran las palabras y entonces me acuerdo de aquellos momentos fugaces pero intensísimos, convividos con una misteriosa desconocida que falto a la última cita y nunca más he vuelto a saber de ella.
En mis pensamientos hay preguntas ¿donde estara? ¿por donde paseara su dulce caminar?...cuanto la hecho de menos, se me hace muy duro saber que no volvere a verla nunca más